Tengo tanto miedo de mostrarte lo mucho que te quiero...
Quizá me frene el hecho de que soy una cobarde por naturaleza y prefiero lo seguro antes que lo desconocido.
Tal vez sea el temor a tenerte demasiado cerca y ya yo poder dejarte, no querer alejarme de tu lado ni siquiera por necesidad, ni aunque estarte rondando me hiciera pedazos el alma.
Probablemente me perturbe el dolor que me ocasionaría que te pudieras distanciar de mí una vez más y ya no querer luchar contra eso.
Seguramente sean esos los motivos por los que contengo mis impulsos más humanos. Tal vez, por eso evito mirarte a los ojos: temo que me atrapen, como lo han hecho tus misterios y tu inteligencia, y ya no me dejen ir.
El miedo a perderte no me deja que te grite en la cara lo mucho que me conformaría con hacerte feliz sin pedir nada a cambio más que tu eterna sonrisa. 
Por favor, nunca te alejes de mi lado, sin vos soy un cuerpo sin alma.


<Otro pensamiento colgado. Si me animo, voy a publicar un texto muy personal que escribí hace aproximadamente un mes.>

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