Razón



Me puse de pie y fui al baño. Asomé la cabeza por la ventana y respiré el aire caliente que entraba al ambiente, mientras miraba el paisaje de Osaka en una casi total oscuridad, con sólo unas pocas luces de algunos departamentos encendidas.
Pensalo, no cometas el mismo error de nuevo; me repitió mi vocecita interna inteligente por enésima vez, luego de que decidiera volver a preguntarle a él algo que yo sabía, por intuición propia, que lo incomodaba.
Él no quiere. Ya estuviste girando alrededor de eso la madrugada pasada y cambió el rumbo de la conversación para no quedar mal.
No desea herir sus sentimientos, por eso esquivó el tema.
La retó mi parte subconsciente, muy enfadada por sus conclusiones apresuradas.
Mi conciencia redobló la apuesta y le dijo algo demasiado duro: No quiere nada con ella; es muy probable también que hasta lo perturbe su amistad.
¡Callate! Eso no es verdad. Él la quiere, sólo que… no como ella desearía.
Al oír esas palabras sentí algo molesto y doloroso retumbar en mi interior; mi propia voz se hizo presente en la conversación.
- Es verdad. Él no me quiere de esa forma- proclamé a favor de ambas.
Pero te quiere.
Me sorprendía el optimismo con el que había pronunciado esas tres palabras. Un optimismo que llevaba consigo la resignación. Sí, hacía bastante tiempo me había dado cuenta de que no teníamos expectativas similares, inclusive cuando las cosas apuntaban en otra dirección y todo parecía salir como yo ansiaba.
¿La quiere? ¡Vamos, linda, no seas cruel, no la engañes más! Lo único que a él le interesa es tener una persona con quien conversar cuando se decide por emplear la filosofía barata.
Y me decís cruel a mi… ¿te das cuenta de la forma en la que estás expresando tus locuras?
Una locura es que ella siga sintiéndose querida y atraída por semejante personaje...
Mi subconsciente no la dejó seguir hablando para poder defenderlo una vez más.
No es tan malo como parece, sus palabras expresan...
Pero, mi conciencia no se iba a dejar endulzar.
Palabras, palabras… ¡Las palabras se las lleva el viento! El hombre que habla demasiado siente y muestra muy poco. Y, que yo sepa, él habla hasta de lo que no le preguntan.
Él es una persona decidida, sabe que la amistad importa mucho. Y su mejor forma de expresarla es a través de su vocabulario.
¡Es un mentiroso! Está jugando con ustedes dos desde el día en que entablaron una relación "humana" con él. Y las dos, tan sabias, me excluyeron del asunto durante meses. Claro, ahora me necesitan para "aclarar ideas y definir sentimientos". Pero yo no juego a lo sentimental.
¡Nadie te llamó!
Ella lo hizo, me necesita y yo estoy acá para cantarle la verdad.
En ese momento me cansé de que semejante guerra se armara en mi cabeza y no soporté las ganas de mandarlas a volar a ambas.
- ¡Basta las dos!- exclamé casi en un grito.
Un profundo silencio me invadió y ya no las oí discutir.
Me puse de pie, lista para hablar con él, sin ninguna voz que se interpusiera entre nosotros.
- Volví – le anuncié, entrando a la habitación y sentándome sobre la cama.
- ¡Genial! – exclamó. - ¿Qué era lo que querías preguntarme?
Pensé. Esta vez sin dividirme en tres.
- Eh...
Estúpida, estúpida, estúpida, no podés retroceder ahora.
No lo hagas, no lo interrogues. No seas ingenua.
- Nada. No importa – le aseguré, ocultándome cobardemente en mi mentira, una vez más.
- Podes preguntarme lo que quieras - me dijo con una seductora sonrisa dibujada en los labios.
Pero no di marcha atrás.
- No es nada, en serio – reiteré y comencé una conversación completamente superficial para escapar.
Gracias por hacerme caso esta vez. Es mejor así, lo sabés. 
Mi parte racional se oía aliviada.
- Gracias a vos por no dejarme cometer una locura – le respondí a mi triunfal conciencia, mientras podía escuchar a mi subconsciente sollozar... ¿o era yo quien estaba a punto de derramar mil y una lágrimas?
- Lo-sien-to – le dije a mi parte pasional con la voz quebrada y casi apagada.
Él me miró extrañado y le hice un gesto con la mano para que siguiera con su parlamento. Le regalé una sonrisa falsa y seguimos conversando como si nada.




[- Osaka (大阪市) es la mayor ciudad de Japón después de Tokio. Se encuentra ubicada en la desembocadura del río Yodo, bahía de Osaka, en la isla principal de Honshū (本州). Es uno de los centros industriales más importantes de Japón y la capital de la prefectura de Osaka (大阪府). Forma parte de la región de Kansai y es el núcleo del área metropolitana Osaka-Kōbe-Kioto.]

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